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Siento poneros los dientes largos... pero la verdad resultó una tarde magnífica.
Después de "tresmilquinientos whatseos" conseguimos ponernos, más o menos, de acuerdo. Logramos salir con cuarenta y cinco minutos de retraso "solamente". No sabíamos muy bien qué podíamos encontrarnos; nuestra misión era ir en plan avanzadilla para estudiar el terreno y valorar la posibilidad de hacer una convocatoria abierta para l@s soci@s del club... y la verdad sea dicha, mereció la pena.
Muy bien conducidos por Susino y Miguel que nos llevaron al lugar sin titubeos (¡¡los GPS son magníficos!!) llegamos a Benagil y a partir de ahí todo fue disfrutar de la caprichosa y sorprendente costa portuguesa.
El reportaje de fotos - realizado con una cámara no acondicionada para el agua- tiene pifias propias de las limitaciones del aparato; pero a pesar de ello ilustra bastante bien el lugar que visitamos.
Como es norma, al finalizar, disfrutamos de un exquisito pescado frito y tomates aliñados... no se puede pedir más. Saludos piragüeros.
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