Crónica de la ruta de los Molinos

El pasado sábado 18 de junio un grupo de treces intrépidos e intrépidas piragüistas realizaron la subida del Guadiana desde Mértola hasta el segundo molino, referencia de la llegada y que no tengo ni idea de a qué distancia se encuentra. La prueba resultó dura por el fuerte viento que sopló de cara durante todo el trayecto de ida además de la corriente, circunstancias que hicieron desistir de alcanzar el objetivo a dos piragüistas que decidieron entonces tumbarse al sol y esperar a que el resto pasara ya de regreso.

Fue un auténtico privilegio para el que esto escribe disfrutar de esta regata por la parte alta del Guadiana para él desconocida como para muchos de los participantes  y que discurre por un paisaje hermoso donde el silencio, el rumor del agua y el viento fueron nuestros principales acompañantes además de la solitaria cigüeña negra y alguna que otra garza real.

Tras sortear el primer molino, casi al comienzo de la travesía, lo que supuso acarrear las embarcaciones de abajo arriba para salvar el desnivel del río, empezó verdaderamente lo desconocido para muchos de los participantes, como ya ha quedado dicho.  Como dicho quedó también la dureza de la travesía hasta llegar al segundo molino cuya visión se vislumbra tras atravesar una zona donde el río se estrecha entre altas paredes de piedra. Cuando el que esto escribe llegó el resto se bañaba placidamente junto al molino antes de atreverse a hacer unos descensos por los rápidos como profesionales de las aguas bravas, ahí es nada.

El regreso? Con el viento y la corriente a nuestro favor se hizo cómodo y rápido. A las tres y media de la tarde ya estábamos cargando las piraguas en el remolque, saboreando la comida que nos aguardaba en el bar donde hicimos la reserva.

Quede constancia aquí de mi agradecimiento para el amigo Pruden que fue el organizador de la regata y que en todo momento ejerció como guía y casi jefe de expedición. Para el resto de participantes un cordial saludo, esperando que nos podamos volver a encontrar en próximas regatas que nos permitan seguir descubriendo este maravilloso río que tenemos la suerte de disfrutar.

Diego Mesa.