8/21/2011

APRENDER DE LA EXPERIENCIA

Comenzamos el recorrido con las rutinas propias de estas actividades; elección de embarcaciones, palas, cubres, provisiones... la idea era hacer tres paradas antes de almorzar en la playa: una de agrupamiento, otra para reponer fuerzas y la otra para darnos un baño. Todo transcurría según lo previsto hasta que llegamos a Punta del Moral.
Cuando terminamos de tomar la fruta y reponer fuerzas, observamos que las condiciones de la mar estaban algo revueltas. Acordamos tomar precauciones y, aparte de los chalecos, hacer uso de los cubrebañeras. También decidimos salir en grupo compacto para ver la situación del mar detrás de la barra, debido al tiempo de levante que hacía.
Iniciamos la tercera parte del trayecto y todo lo que habíamos estado hablando en tierra quedó olvidado; el grupo se dividió, dispersándose en tres núcleos. Los que iban por delante, el grueso del mismo y los rezagados. Al salir a mar abierto, sin la protección de la barra, pudimos comprobar que las olas dificultaban seguir navegando y que podría ser peligroso para nuestra seguridad continuar con el plan previsto.
A partir de este momento empiezan a producirse una sucesión de hechos que nos dejaron sin respuesta.
La desacertada elección de los que iban delante, tomando dirección al rompeolas,  provocó que cayeran al agua y que nos viésemos envuelto en una situación muy comprometida. Vivimos momentos de angustia y tremenda preocupación porque en las condiciones que se encontraba el mar era muy difícil prestar auxilio. Afortunadamente todo quedó en un susto y en una significativa anécdota que debe hacernos reflexionar para que nos sirva de lección; sobre todo en lo que respecta a la seguridad, al carácter de las actividades que realizamos, a la tutorización de las personas novatas y las que vienen invitadas, a la idea de actividad de grupo, a la colaboración y ayuda mutua... en definitiva a establecer un protocolo de salida con unas normas de obligado cumplimiento que minimicen los posibles riesgos que la práctica del kayak de mar lleva implícita.
Agradecer la rapidez de actuación de Protección Civil que montó en escasos minutos un dispositivo contando con la ayuda de Salvamento Marítimo, Guardia Civil y Marina Isla Canela. Merece destacar y hacer público la solidaridad, el compañerismo y la entereza demostrada por Javier en las tareas de rescate. Saludos piragüeros.

                algunas fotos de la "aventura"

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