Nunca una ruta nos había dado tantos problemas administrativos para conseguir unos resultados tan mediocres. Nuestra intención era que la misma transcurriera por el Paraje Natural "Marismas del Odiel"; pero entre unas autoridades y otras nos han solicitado permisos, seguros, plan de seguridad (con su coordinador y todo), balizar el recorrido, radiotransmisores, embarcación de apoyo... hasta tal punto que temíamos que no pudiéramos realizarla.
El club Abedul que tiene unas estupendas instalaciones (subvencionada por el Ayuntamiento, a ver si aquí tomamos ejemplo) que amablemente nos cedieron, nos avisó que podríamos ducharnos pero sin utilizar gel ni champú para evitar vertidos a la ría (no es broma, lo digo en serio...). Cuando empezamos a navegar y vimos el esperpéntico margen izquierdo de la desembocadura del Odiel no entendíamos nada. ¿A qué tanta medidas preventivas con un grupo de piragüistas y por qué tanta manga ancha con estas industrias contaminantes?. El margen derecho, en el propio Paraje Natural, recogía toda suerte de despojos... no dábamos crédito a lo que veíamos... mejor nos hubiera ido ir de "piratas" y habríamos disfrutado del interior del Paraje, en fin...
Todo esto nos hace reflexionar y considerar que algunas veces interesa ser un poquito malo e ir de "ilegal"; de todo se aprende.
De la actividad me quedo con el guiso de pescado de la bodega Bernardino (que no marmitako que este lo hace nuestra Mari Carmen en el Chiringuito), con l@s amig@s de Sevilla que compartieron el día con nosotr@s y con las risas que nos echamos en el trayecto en la furgoneta. Esperemos quitarnos el mal sabor de boca en la próxima salida. Saludos piragüeros.
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