La salida del sábado tuvo muchos aspectos positivos: disfrutamos del trayecto, el medio físico es espectacular y no deja indiferente a nadie, la cordialidad del grupo y el nivel de complicidad fue magnífica y la jornada deportiva fue durilla (nos costó casi cinco horas de paleo llegar hasta el lugar donde el río "decidió" no dejarnos ir más allá) pero muy satisfactoria.
Lo negativo es que el trayecto más corto que habíamos investigado sobre cartografía se encuentra cerrado y no es posible utilizarlo (una sociedad de caza lo ha vedado) y la otra conclusión que sacamos es que en esa parte del río los grupos no pueden ser muy numerosos.
Tras la recogida del material y la valoración posterior que hicimos alrededor de una Sagres fresquita, surgieron varias ideas para seguir explorando y disfrutando de esta joya que tenemos y que es nuestro río Guadiana.
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